Dra. Josefina Lira, Especialista
Estudié en la Facultad de Medicina de la
Universidad Autónoma de Guadalajara. El internado (requisito para graduarse
como médico general) lo realicé en el Hospital Universitario de la misma
Facultad. Hice mi servicio social en Tiríndaro de los Santos Reyes en
Michoacán. Al terminar dicho servicio, trabajé por medio año en un hospital
materno infantil, para personas con pocos recursos, en la ciudad de
Guadalajara; creo que fue aquí donde me enamoré de mi especialidad.
Presenté el examen nacional de residencias médicas, aspirando a la
especialidad de ginecología y grande fue mi sorpresa que la opción que
marqué como primera (ginecología obviamente) fue la opción que se me
ofreció.
Una vez que tuve mi carta de aceptación de la especialidad, decidí
trasladarme a la ciudad de México para realizar el trámite de ingreso al
Instituto Nacional de Perinatología. Cuando vi el Instituto dije: guau!
Sí, Yo aquí quiero estar. Y, finalmente, después de trámites, exámenes de
conocimientos y un sin fin de entrevistas, me aceptaron e inicié mi
especialidad.
La especialidad de ginecología y obstetricia fue un evento formidable en
cuanto a formación académica y profesional, pero sobre todo fue maravilloso,
por la oportunidad de trabajar con seres humanos y aprender de ellos en sus
momentos más críticos y vulnerables. Me encantó la experiencia que viví en
esos cuatro años de trabajo intenso, fue fabulosa la hazaña de conocer
gente con la cual aún ahora influye, de manera positiva, en mi quehacer diario.
Mi tesis de grado de especialidad fue 'Análisis de las repercusiones
maternas y perinatales de la placenta previa'.
Ginecóloga Certificada y
Coordinadora
de Área
Una vez terminada mi especialidad, tuve la honrosa
proposición de parte de la Dirección de Enseñanza, para fungir como Jefa de
Residentes por un año en el mismo Instituto, ofrecimiento que acepté a pesar
de lo difícil del encargo. En ese mismo año cursé la subespecialidad de
Medicina Perinatal.
En el transcurso del año de la subespecialidad, decidí presentar el examen
del Consejo Mexicano de Ginecología y Obstetricia, con la finalidad de ser
una ginecóloga certificada en mi especialidad. Por fortuna, obtuve la
certificación de dicho consejo.
Concluido el año de la Jefatura de Residentes y terminada mi
subespecialidad, busqué una plaza de trabajo en el Instituto; tuve la suerte
de encontrarla y el servicio al cual me asignaron fue al Departamento de
Tococirugía y Urgencias, donde laboré por un par de años. Posteriormente me
asignaron a la Coordinación de Pérdida Gestacional Recurrente y de ahí pasé
a colaborar al Departamento de Ginecología y Cirugía Endoscópica.
Finalmente, el Director del Instituto me ofreció un proyecto que apenas
iniciaba y que ha sido para mí el servicio más apasionante de toda mi
carrera profesional e institucional: se me ofreció la Coordinación de
Medicina de la Adolescente.